lunes, 30 de enero de 2017

Reseña de "Mary Shelley: la muerte del monstruo" (Raquel Lagartos y Julio César Iglesias)



-Título: Mary Shelley: la muerte del monstruo.
-Autor: Raquel Lagartos, Julio César Iglesias
-Editorial: Diábolo
-Formato: Cartoné
-Páginas: 160
-Precio: 17,95 €
-Sinopsis:
En el 2016 se cumplen doscientos años de de la reunión literaria más famosa de todos los tiempos, la reunión de Villa Diodati. La Villa Diodati es una mansión ubicada en Cologny, Suiza, cerca del Lago de Ginebra. Es famosa por haber sido la residencia de verano de Lord Byron, Mary Shelley, Percy Shelley, John Polidori y otros en 1816, en donde se concibieron las ideas para la novela Frankenstein y El vampiro.
Mary Shelley: La muerte del monstruo es un relato acerca de la vida y la muerte de la creadora del monstruo más famoso de todos los tiempos. A través del estudio de la fascinación victoriana por la muerte y del oscuro entusiasmo que despertó la posibilidad de usar la ciencia para reanimar  los cadáveres, abordaremos la compleja psicología de Mary Shelley, marcada por una vida desgraciada. En una época en que los doctores tenían derecho a desenterrar cualquier cadáver y los familiares de los muertos hacían guardia en los cementerios, Mary Shelley nos obliga a preguntarnos por la verdadera identidad del monstruo. ¿Dónde comienza la mente del creador y dónde termina la del monstruo?



-Opinión personal:
         A pesar de que Frankenstein o el moderno Prometeo es la novela por la que ha sido recordada Mary Shelley, este cómic no pretende ser una nueva versión del clásico, sino que sus autores, Raquel Lagartos y Julio César Iglesias, nos hacen una propuesta más interesante: ahondar en la figura de su autora, tan conocida como injustamente tratada por la historia de la literatura. A través de un diálogo continuado entre Mary y su “monstruo”, encarnación de lo trágico en una vida marcada por la muerte de sus seres más queridos, y de lo oscuro que subyace en el interior de todo ser humano, nos acercamos a la figura de Mary Godwin (su apellido antes de contraer matrimonio con el célebre poeta Percy Shelley), su infancia marcada por la pérdida de su madre, reconocida activista en favor de los derechos de la mujer, y el entorno creativo en el que se desarrolló su actividad literaria, social y sentimental. Rodeada desde muy joven por poetas e intelectuales y en pleno triunfo del romanticismo, época en la que los avances científicos espolearon la fantasía y la constante aspiración humana de vencer a la muerte, Mary comienza a gestar Frankenstein mucho antes del momento oficial de su redacción que es, a la vez, uno de los más apasionantes de la historia de la literatura: la reunión de algunos de los talentos más brillantes del momento en la Villa Diodati en un verano, el de 1816, en el que la erupción del volcán Tambora alteró la climatología mundial, con un descenso de las temperaturas y un aumento de las precipitaciones de desastrosas consecuencias, y al que se le ha considerado potenciador del espíritu romántico latente en el arte del momento, y que hizo surgir el propósito entre los componentes del grupo de escribir la historia más aterradora de todos los tiempos. Los autores de este cómic nos acercan, además, a la versión original del mito de Frankenstein, víctima de añadidos y retoques moralizantes consentidos por la propia Mary, que aprendió al final de su vida, y tras la muerte de su marido y varios de sus hijos, la triste lección del precio que cuesta el ser diferente y tener unas aspiraciones más altas que los demás.
            La documentación es muy cuidada tanto en el guión de Julio César Iglesias como en el dibujo de Raquel Lagartos, que nos transmite de manera directa y personal las zozobras internas de la protagonista de la historia, en constante diálogo con sus circunstancias vitales y aquellos elementos de su momento histórico que contribuyeron a dar forma en la mente de Mary a una de las historias más profundas y fascinantes que se han escrito. El trabajo de los personajes, los detalles históricos y las gamas cromáticas usadas como recurso expresivo consiguen un cómic tan personal como sobresaliente, que se complementa con un prólogo de Ángeles Caso, en el que se nos introduce en las circunstancias vitales e históricas que marcaron la vida de Mary Shelley, junto con una serie de notas finales que complementan la información histórica visualizada gráficamente en las viñetas.
            En resumen, un acercamiento interesantísimo, riguroso, apasionado y apasionante, a una escritora excepcional y a uno de los mitos de nuestra cultura actual, de recomendadísima lectura.

Gracias a Diábolo Editorial por el ejemplar.

 





 



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