Reseña de "Orquídea Negra" (Neil Gaiman, Dave McKean)

-Título: Orquídea Negra

-Autor: Neil Gaiman, Dave McKean

-Editorial: ECC

-Formato: Cartoné

-Páginas: 176

-ISBN: 9788416840441

-Precio: 17,95 €

-Sinopsis:

En una sala de juntas anónima, una superheroína recibe un disparo en la cabeza. Las llamas consumen su cuerpo, y su asesino queda libre.
Así comienza Orquídea Negra, de Neil Gaiman y Dave McKean, una de las creaciones más notables y transformadoras del cómic. Esta historia, que deconstruye y resucita todo un género, narra las asombrosas vidas de Susan Linden y encarna la nueva madurez en la narración gráfica que revolucionó el medio. Ahora, por primera vez, esta obra fundamental queda recopilada en una edición que incluye una profunda introducción del periodista Mikal Gilmore, así como una sección especial con bocetos inéditos y textos preliminares de Neil Gaiman.

 

Sólo dos maestros como Gaiman y McKean serían capaces de llevar a buen fin un cómic que empieza con una premisa tan contundente como la que se nos narra en la sinopsis: la superheroína protagonista es asesinada durante las primeras viñetas de la trama. Los dos autores reinventan así uno de los personajes de DC y, de paso, el género superheroico, para crear una historia compleja –demasiado compleja en ocasiones- pero de un poder de sugerencia y belleza gráfica difícil de alcanzar.

Tras la muerte de la Orquídea Negra Original, Phil, científico amigo de la infancia y platónicamente enamorado de ella, consigue crear pequeñas réplicas, híbridas entre flor y ser humano, que se enfrentarán a los asesinos que han quedado impunes: desde Carl, el ex novio criminal de Suzy, hasta el poderoso Lex Luthor. Las alusiones a un mundo que nos suena familiar sobre todo por los cómics de Batman no se detienen ahí, sino que las dos pequeñas Orquídeas, que Gaiman ha sabido crear tiernas y complejas, visitan el Asilo Arkham para obtener pistas de Hiedra Venenosa, que arroja algo de luz sobre la historia.

 El dibujo de McKean es vital para dar credibilidad a este oscuro y fascinante mundo, y a los personajes que lo habitan. Además de su destreza técnica habitual, McKean realiza un maravilloso trabajo cromático para separar dimensiones y ambientes, desde la tenebrosa Gotham al verde profundo y envolvente de la selva amazónica, a través de intensas viñetas en las que se pueden adivinar la maestría de trabajos posteriores, como Mr Punch o las espectaculares portadas de Sandman. La edición de ECC se completa con una valioso material adjunto, como el prólogo de Mikal Gilmore y, a modo de curiosidad, la carta de Karen Berger, una de las más destacadas editoras del mundillo, a un Neil Gaiman en sus comienzos.

             En resumen, el tándem Gaiman-McKean nos demuestran que, ya desde sus inicios en Casos Violentos (reseñado en el número anterior), o esta Orquídea Negra, surgió para regalarnos algunos de los mayores logros del cómic en la unión de talentos gráficos y literarios, y que nunca, por difícil que sea la premisa inicial de la que parten, defraudan.

 

Gracias a ECC por el ejemplar.